5 de febrero de 2013

DIA 7 · desde Split a Mostar

Solo teniamos una manana para ver los museos de Split, ya que el dia anterior siendo domingo no abrieron.
Nos hizo un fantastico dia de sol, con lo que pudimos imaginarnos la belleza de la ciudad en verano, que es cuando el turismo abarrota las calles. El ritmo de vida de los habitantes daba un atractivo especial a la ciudad, algunos moviendose de un lado a otro nerviosos y otros tomandose un descanso en alguna terraza mirando a la calle o al mar. Fue todo un regalo el clima de ese dia.

Pude escaparme para ver el museo arqueologico que estaba algo alejado del casco antiguo mientras Adolfo se encargaba de llevar la ropa a la labanderia, aunque tambien pudo aprovechar un rato para hacer fotos de la ciudad con aquella luz y movimiento.

Pudimos ver tambien el palacio emperador, bastante llamativo pero tal vez no merecia el precio de la entrada y aun menos que por dedicarle tiempo recorriendolo nos perdiesemos la visita al mausoleo que cerraba a las 12 sin nosotros saberlo.

Tambien habia mucho ambiente de mercadillo, aprovechamos para comprar unas lonchas de jamon, queso  y pan de la zona, nos hicimos un bocadillo y lo comimos en un parque amplio a la entrada del casco antiguo, el jamon parecia tener otro tipo de curado, por fuera son de color mas oscuro, en el sabor se percibe la diferencia, mientras disfrutabamos del momento, un barrendero que estaba trabajando en el parque se fue acercando hasta nuestro banco y comenzo a barrer con diligencia, no tuvo reparos en barrer cerca de donde nos sentabamos asi que levantamos los pies y comenzo a barrer bajo ellos sin ningun reparo, fue un momento por lo menos extrano.

Dejamos Split y volvimos al coche para dirigirnos a Ploce, no esperabamos ver el cambio tan pronto, pero una vez acabo la autopista en direccion Dubroknic el paisaje y paisanaje empezo a cambiar radicalmente, las formas las definia la forma del rio y los pueblecillos se volvian menos elegantes y mas rurales.

Fue un momento divertido cuando, pocos metros despues de salir de la autopista, en un tramo en obras, encontramos al equipo de obreros, que sin usar ninguna sečal estaban asfaltando el pavimento, uno de ellos con algo parecido a una escoba esparcia el alquitran energicamente, pasamos lentamente a su lado, pensando que pararia por un momento para evitar salpicar el coche, pero para nada afecto a su trabajo, en estos momentos es cuando uno se da cuenta la importancia de los protocolos que se suelen seguir en las obras de la via, tuvimos suerte de no cruzarnos con coches en la direccion contraria porque alguno de los dos tendria que haber retrocedido.

Fuimos entrando en la ciudad portuaria de Ploce, enseguida vimos las diferencias con Split, es algo que ocurre cuando te acostumbras al estilo veneciano, que cuando falta todo se vuelve mas tosco de lo que es, sustiuir arcos ojivales en piedra por ventanas rectangulares y frias en un edificio de hormigon deslucido, es un choque notable. Nuestros primeros encuentros con la gente de alli tambien estaban a la medida,

aparcar el coche
viaje en un tren de otro tiempo con vistas a las vías
llegada a mostar
cenamos un plato con platos típicos
recorremos las cales de noche
de vuelta a la mini-habitación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Por donde andáis??